domingo, 28 de mayo de 2017

¡Don Max, don Max, 'tese sosiego!

El buen abogado y máster en leyes, don Max Mojica, publicó hoy este tuit:

Ya en enero de este año se había despachado un artículo difamatorio en El Diario de Hoy, al cual respondí apropiadamente.

No contento con aquel incidente, hoy volvió a la carga y ya ven…

A poco más de 5 horas, la ola de repudio en su contra ha crecido lo suficiente como para que él mismo se retractara, si fuera persona medianamente sensata y no pusiera en entredicho cierto tipo de inteligencia que hacen suponer sus títulos académicos.

Pero, por el tono de sus escritos y por lo que dicen de él quienes lo conocen, creo que persistirá en su necedad y nada podemos hacer para evitar que siga hundiéndose, allá él.

Sin embargo, nunca está de más poner en evidencia a la estupidez, lo cual es de alguna manera profiláctico.

Así pues, pasemos al análisis del mencionado despropósito.

Primero, el tuit pareciera sugerir que los malvados jesuitas (o al menos algunos de ellos) en algún momento se apoderaron del Externado de San José. No sé si este iluminado activista de un tal Movimiento Libertad (cuya página en Facebook al parecer fue suspendida por infringir las normas de la red), sabía que el colegio, desde su fundación en 1921, siempre ha sido dirigido por padres jesuitas. Si don Max teme entrar a la página del colegio y revisar la historia de la institución, aunque sea debería probar en Wikipedia, que también allí está el dato.

Segundo, dice que en cierta época el Externado era para las “familias más distinguidas” de El Salvador. Lo que don Max quiere decir es que en el Externado (como en todos los colegios católicos de la época) estudiaban los hijos de las familias de mayores recursos económicos del país a mediados del siglo XX.

Eso cambió a mediados de los setentas, cuando también se abrieron oportunidades para familias de menores ingresos, una política con la que don Max puede no estar de acuerdo (si cree ser de sangre azul, por ejemplo).

Lo que no puede hacer el aludido máster, en pleno siglo XXI y sin que le dé algo de pena, es sacar a relucir un clasismo tan anacrónico como identificar a las familias de mucho dinero como “las más distinguidas”.

Y tercero, lo del “semillero de comunistas”.

¡Ay, don Max, don Max: elija mejor sus batallas!

O por lo menos infórmese para no pelear una que los sectores para los que usted trabaja perdieron… ¡hace 44 años!

Mire, don Max lo voy a ilustrar un poco: en 1973, un año en que seguramente usted ni había nacido, los sectores más recalcitrantes y ultraconservadores del país (muchas de ellos, parte de sus “familias más distinguidas”) organizaron una virulenta campaña de difamación contra el Externado, a través de los principales medios de difusión masiva e incluso hasta la Fiscalía, como feroz represalia por seguir los lineamientos establecidos por la Iglesia en el Concilio Vaticano II y en la Conferencia de Medellín.

¡Esa sí que fue campaña!

En aquel momento, la respuesta del colegio se publicó en un documento titulado El Externado piensa así, adecuado a aquel contexto y a aquellas acciones. Debería leerlo, es gratis.

Y no obstante aquellas calumnias y acusaciones, 44 años después el Externado no solo ha sobrevivido, sino que además sigue siendo un colegio de sólido prestigio, tanto por la formación académica como humana que reciben sus estudiantes. Me imagino que eso ha de dolerles mucho a usted y sus empleadores, pero no debería hacer tanta bilis, menos domingo en la mañana y todavía peor si se levanta con dolor de cabeza.

Y no lo digo solo por el tema externadista que tanto lo atormenta, sino porque veo que usted (curiosamente los domingos) también trolea al Arzobispo y hasta al Papa Francisco, pese a que dice pertenecer y admirar a la Iglesia Católica.

En serio, don Max, téngase un poco de respeto. Los poquísimos adeptos que vaya a ganar escupiendo ese veneno anacrónico no compensan la vergüenza que está pasando.


Posdata I: Ya para que hasta el Mesiyas (que no es exalumno) le dedique un tuit, es que don Max ha tenido "éxito".



Posdata II: y para rematar, el tal Movimiento Libertad le da una patadita ya saben dónde.



Posdata III: Y una semana después, vino esta "disculpa". Queda a su consideración".